¿ Es la prisión la salida ?
- Por Juan Salazar
- 15 sept 2016
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La prisión es una herramienta que el Estado creó con diversos fines. El castigo del irruptor del sistema de conducta social, su aislamiento en pro de la sociedad, la reconducción, hoy reinserción del ente que no se ajuste a las normas de convivencia social. Pero, actualmente, ¿ debe ser la herramienta de mayor eficacia del Estado para combatir la criminalidad ?
Se estima que no. La creación del delincuente no depende, necesariamente de su conformación mental, sino de que ésta se haga estallar en su entorno. La pobreza, la ignorancia, los padecimientos de la decrepitud económica, un sistema de corrupción, entre otros factores, moldean la mente del delincuente quien en cierta manera llega al convencimiento que ello debe ser, que es un trabajo, que al final, su papel antagónico forma parte del juego de la vida.
El Estado que no garantice el bienestar social, no puede aspirar a disminuir los índices de criminalidad. El ser humano, por naturaleza, aspira a la supervivencia, y en una sociedad que guarda una descomunal distancia entre los estratos sociales, no es difícil que el más ignorante y de mayor necesidad, decida romper el pacto social, bajo una lógica de continuar en esta jungla.




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